Las fábulas de Esopo realmente constituyen una antología de, posiblemente, más de 600 historias diferentes. Muchas de ellas son fábulas conocidas por todos, aunque a menudo no se sepa el autor de las mismas. Una fábula es un relato en el que los protagonistas suelen ser animales humanizados y que se caracteriza por poseer una moraleja final, es decir, un mensaje que llevarse de la obra como enseñanza particular. Así pues, estas fábulas, aparecidas cinco siglos antes de Cristo, han perdurado en la memoria popular gracias a la tradición oral.
Algunas de las fábulas más reconocibles son “La zorra y las uvas”, “La cigarra y la hormiga”, “La tortuga y la liebre”, “La gallina de los huevos de oro” y “El ratón de campo y el ratón de ciudad”.