Esta escritora e ilustradora inglesa realmente era botánica y micóloga. Por ello sus historias tienen un fuerte componente educativo, sobre todo científico. Sabía contar historias con animales, no cayendo en el sentimentalismo, aunque no por ello renegando de su amor por la naturaleza. También contribuyó como investigadora de Ciencias Naturales del siglo XIX. Su creación más famosa fue Pedro el Conejo (Peter Rabbit). Es habitualmente nombrada como una de las grandes creadoras de libros infantiles en lengua anglosajona.