Esta historia cuenta como Perico, un conejo reconocible por su abrigo azul, se aproxima al jardín de los vecinos, donde su madre le ha advertido que no se arrimara. Perico hace caso omiso de los consejos de su madre y se acerca, momento en el que el señor McGregor, amo del jardín lo persigue. Perico, agobiado por la situación, llora, aunque llega a casa sano y salvo, donde es tranquilizado por sus familiares.
Esta historia, la primera de Beatrix Potter, asienta las bases que caracterizan a su obra: excentricidad, humor corrosivo y hechos no tan bonitos. Ella, científica y amante de la naturaleza, narra como nadie conflictos que se producen entre diferentes seres, desde un punto de vista humorístico pero a la vez de lo más realista. Esto, a ojos de un niño, quizá no sea perceptible, sobre todo por mostrarlos con una prosa atractiva y por las ilustraciones.