El escritor Miguel Buñuel estableció un nuevo cánon en la literatura infantil española con “El niño, la golondrina y el gato”. Siendo un relato fruto de una adaptación de una novela adulta propia, “Narciso bajo las aguas”, este cuento rompía con los moldes de las historias que “debían” ser narradas en la posguerra. Y es que hasta entonces todas debían sopesar juicios morales. Buñuel, sin embargo, nos habla de un viaje de tintes oníricos y cargado de elementos fántasticos, con detalles que recuerdan a Lewis Carroll o incluso a Saint-Exupéry. Los protagonistas son un niño (sin nombre), una golondrina y un gato, quienes juntos emprenden un viaje más allá de los confines de la Tierra. El estilo, como podemos imaginar, es muy musical, poético y cuidado. Las firmes propuestas de valor de esta novela fueron recompensadas con el Premio Lazarillo y el Diploma de Mérito Andersen en 1962.
Cuando por accidente Mary y Peter acaban solos en pleno desierto australiano, en la zona norte, no saben que están condenados a vivir una aventura llena de situaciones duras e inclemencias, pero que al mismo tiempo les hará madurar y a mejorar como personas. En “Walkabout”, estos dos hermanos protagonizan junto a un joven aborigen un relato en el que se nos inculcan valores de respeto por otras culturas, de supresión de los prejuicios y de amor por el prójimo. Los tres vagan por regiones inhóspitas, los hermanos porque han sobrevivido a un accidente de avión y deben llegar a Adelaida, donde vive su tío; y el aborigen porque se somete a una prueba ritual para demostrar que ha pasado de ser un niño a todo un hombre. Al fin y al cabo, todos acabarán aprendiendo de esta dura pero bonita experiencia, como sucede con todo momento que te marca en la vida.
La popularidad de Gianni Rodari traspasa fronteras. Más allá de su Italia natal, Rodari adquirió fama internacional, sobre todo a partir de su Premio Hans Christian Andersen. Este escritor todoterreno se caracterizó por su vena política, social y periodística, de ahí que sus historias, incluso las más infantiles, tengan un carácter mordaz y satírico. “Las aventuras de Cebolleta” está plagado de personajes que son vegetales andantes y parlantes (el Maestro Pasa, la Hermana Calabaza, el Príncipe Limón…), manera que tiene Rodari de retratar un mundo extravagante en el cual el lector atisba elementos muchos más cercanos a la realidad de lo que puede esperar. Se critica al totalitarismo, al feudalismo, a la desigualdad social, a la injusticia, a la monarquía y a la opresión. Y de una forma original y entretenida. Gianni Rodari se aisló para escribir este cuento porque quería dar lo mejor de sí para un público infantil, ¡y vaya si lo hizo! El Premio Hans Christian Andersen y su reconocimiento así lo atestiguan.
No es difícil adivinar dónde transcurre y de qué puede tratar esta novela con tan sólo leer su título. Ciro Alegría fue uno de los mejores escritores indigenistas de Perú y el que mejor y con más éxito se aproximó a la literatura infantil. En “Las aventuras de Machu Picchu” narra el devenir de un pastorcillo que ha vivido siempre en las tierras más vírgenes y mejor conservadas de Perú. La sencillez es una de las máximas en el estilo de vida que profesa la gente de esta región, evocación de la provincia de Huamachuco, donde creció el autor. Las costumbres, parcialmente heredadas de los incas, están profundamente arraigadas y transportan al lector a una vida tranquila y en armonía con el pasado y con la naturaleza. Las descripciones de Ciro Alegría son precisas pero no recargadas, y se permite el lujo de introducir otras historias del folclore oral dentro de su propia narración. Como podemos imaginar, con “Las aventuras de Machu Picchu” estamos ante uno de los mayores clásicos infantiles de Perú en el siglo XX.
¿Quién no conoce las historias de Los Cinco? La celebérrima saga de Enid Blyton se inició con este título: “Los cinco y el tesoro de la isla”. En él, los personajes que nos acompañarán a lo largo de la serie son presentados: Dick, Anne, George, Julian y Timothy, el perro. Todo comienza cuando en la costa de Cornualles, durante las vacaciones de verano, se reúnen todos los protagonistas, quienes son primos o hermanos. En una expedición a la isla de Kirrin, encuentran un tesoro que estaba enterrado. Sin embargo, no son los únicos que tropiezan con el botín, sino que unos malhechores se interponen en las aventuras de Los Cinco y los hacen prisioneros. Sólo Timothy aparece oportunamente para rescatarlos. En esta primera entrega se sientan las bases de los veinticinco libros de la saga, en la cual Enid Blyton demostró la importancia de la imaginación en la ficción infantil.
El género de la fantasía infantil tiene como buen ejemplo a “Las aventuras de la silla de los deseos”. Esta serie de libros, protagonizada por los niños Mollie y Peter, tiene toda clase de eventos que uno pueda imaginar. El punto de partida es cuando los dos chicos se encuentran una vieja silla en un anticuario, a la cual le crecen alas y puede llevarlos a cualquier lugar. Aunque de primeras sólo vuela por la ciudad, la silla acaba llevando a Mollie y Peter con el duende Chinky, quien les abrirá las puertas de todo un mundo de fantasía. Gnomos, elfos, brujas y magos desfilan por las páginas de este sensacional libo al tiempo que los protagonistas se ven envueltos en problemas. Como es de esperar, siempre consiguen salir de ellos de una forma u otra, y con la ayuda de Chink. Enid Blyton se muestra como una excepcional autora infantil y hace gala de su más desbordante imaginación para crear esta maravillosa obra fantástica.
El autor John Ryan creó las historias del capitán Pugwash con la intención de caricaturizar los famosos relatos de navegación y los hitos navales que se dieron en este ámbito, sobre todo en el Reino Unido. Las aventuras en el mar y la navegación siempre han gustado mucho en la sociedad británica, la cual está repleta de momentos históricos desde el siglo XV hasta el siglo XIX. Ryan pretendió acercar esto a los niños con unos cuentos muy divertidos, nada agresivos. De hecho pretende reírse de sus personajes para así cuestionar el estatus de idolatría que muchas veces se les profesa a los capitanes de barco. Pugwash es un capitán incompetente, y sus nefastas decisiones llevarán a su tripulación a pasar por peligros que al principio no sospechaban. Con la búsqueda de un tesoro como objetivo, por la obra desfilan maestres, grumetes y piratas, entre muchos otros. En el fondo Pugwash es cobarde, y los niños se acabarán riendo de él sin dejar de quererlo. El éxito de los libros estuvo influenciado por la serie animada de la BBC, con la cual Ryan también revolucionó el campo. Diversión sana y entretenida.
Las historias de “Massagran”, originalmente en catalán, o “Noteapures” en castellano fueron de las primeras aventuras infantiles populares en esta lengua. El protagonista es un niño ávido de aventuras en parte por sus orígenes, es hijo de un trabajador de las aduanas. Obsesionado con los barcos, Massagran no se detiene hasta que no consigue subir a uno junto a su perro. Las historias se desarrollan en lugares exóticos y tienen todos los ingredientes de las novelas serias de aventuras, pero desfigurándolos para darles un toque humorístico. Además, el hecho de que sean historias cómicas ha ayudado a que los cuentos de Massagran perduren, pues su primera publicación en 1910 se hizo en un ambiente profundamente colonialista y ciertas vertientes ideológicas se remarcan en los cuentos. Su importancia convirtió a Josep Maria Folch i Torres en el primer escritor catalán infantil de éxito internacional.
El inolvidable Emilio Salgari aparece con otra historia de intrépidas aventuras como él y pocos más sabían hacer. “El capitán Tormenta” es un comandante cristiano de las cruzadas, el cual debe hacer frente a musulmanes en Tierra Santa. La historia, igual que otras de Salgari, contiene personajes femeninos valientes y únicos. La intriga también es un punto importante de esta novela, pues la trama esconde un importante secreto revelado en un tramo avanzado del libro. El atractivo del relato, como otris de Salgari, no reside sólo en su maestría para describir batallas y lugares lejanos, sino para mostrar que los sentimientos son más importantes que todo lo demás. Estos sentimientos son los que motivan a una persona lograr sus objetivos, a luchar por ellos. Y esto es lo que Salgari pretende mostrar novela tras novela. Por tanto, es otra imprescindible del autor como también lo son los cuentos de Sandokán y el Corsario Negro.
Yolanda es la hija del Corsario Negro, el célebre personaje de Emilio Salgari. De esta forma, el autor encontró una excusa para ampliar el horizonte de sus propias aventuras. Yolanda es parida por Honorata al tiempo que ésta fallece, y las historias que rumorean la muerte de su padre le mueven para vengarse conforme va creciendo. Así, se enrola en una serie de aventuras en el Caribe, donde curiosamente se enfrenta al conde de Medina, hijo del archienemigo de su padre, el duque Van Guld. Yolanda es la motivación principal de la obra y su carácter es indomable, pero el héroe siempre es masculino, en este caso Morgan, un pirata. Morgan defiende incansablemente a Yolanda y la busca cuando es secuestrada. Cuando Morgan vence al Conde de Medina, es perdonado por su rey y se le permite llevar una vida tranquila en Jamaica con Yolanda, además de ser ordenado caballero británico. Al igual que otras historias de Salgari, el héroe protagonista siempre parece tener la razón y una moral infranqueable. Otro vívido relato de aventuras en el Caribe.