La condesa de Ségur (1799-1874) nació en Rusia aunque era de origen francés, lengua en la que escribía. Hija de un conde y ministro de relaciones exteriores ruso, más tarde se exilió deambulando por Europa, hasta asentarse en París. Su vida familiar queda más o menos plasmada en “Las desventuras de Sofía”. Su carrera como escritora la inició muy tarde, a los 58 años. Por ello su literatura es muy moralista.