La recientemente fallecida Ana María Matute (1925-2014), es una de las voces más aclamadas de la posguerra en España. En el ámbito que aquí nos concierne, Matute logró situar en el mapa la literatura infantil y darle el status y la importancia que se merecen. Suele emplear, en estos casos, puntos de vista infantiles pero a la vez rebeldes. De esta forma, a la perfección habla de la pérdida de la inocencia y otros temas que trata en sus novelas más adultas. Sin embargo, también en su obra más adulta incluye elementos infantiles porque los considera imprescindibles. Un aspecto distintivo de Ana María Matute es el estilo, entre fantástico y realista. Sus obras más conocidas son “Olvidado rey Gudú”, “Aranmanoth”, “La torre vigía”, “Los soldados lloran de noche” y “En esta tierra”. Hasta su reciente muerte fue miembro de la Real Academia Española, y ha sido nominado en varias ocasiones al Premio Nobel. Por otro lado, ha recibido numerosos galardones como el Premio Cervantes, el Premio Planeta, el Premio Nadal, el Premio Lazarillo y el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. Estos son sólo algunos de los múltiples reconocimientos que Ana María Matute ha cosechado, llevándola a ser una de las más célebres voces de la literatura española del siglo XX.