“Un sándiwch gigante” es una de esos libros que triunfan por hilarantes, esperpénticos e histriónicos. La trama se desarrolla en un pequeño pueblo situado en un valle, al cual llega una plaga de avispas. Los habitantes de la aldea están aterrados, pero el panadero tiene una idea maravillosa, y cuanto menos peculiar. Se le ocurre que, para capturar a las avispas, podrían fabricar un sándwich gigante, y cerrarlo cuando todas ellas estuviesen atrapadas en la mantequilla y mermelada. Y precisamente esto es lo que sucede. Los pueblerinos se toman las molestias de tejer y colocar un mantel gigante en el campo, y varios caballos tiran del sándwich hasta depositarlo donde desean. Cuando las avispas quedan atrapadas, los habitantes disponen la otra mitad del sándwich y lo cierran. Janet Burroway alcanzó tremendo éxito con esta obra, escrita en verso y exportada a múltiples países. La autora, cuyo padre había sido panadero, supo describir los rasgos de cada habitante del pueblo dotando a la obra de un universo muy particular.
Este clásico de William Golding es un retrato de la parte más animal que acompaña a todo hombre. Aunque se puede interpretar como una historia de aventuras acontecidas tras un naufragio, el mensaje del autor va mucho más allá de lo meramente superficial. El instinto nace cuando una persona está desesperada y con la supervivencia como objetivo. Golding escribió “El señor de las moscas” pensando en el público adulto, aunque ha gozado de mucho éxito entre el público joven y en las escuelas. La trama se centra en un grupo de niños y adolescentes que, tras un accidente de avión, se ven obligados a convivir en una isla desierta. Lejos de otros relatos de aventuras, la violencia y el conflicto se dan desde muy pronto y son el principal eje de la historia. Incluso unos seres todavía inocentes son capaces de evolucionar y transformarse en criaturas despiadadas cuando lo importante es sobrevivir al resto. En la historia desfilan carismáticos personajes como Ralph, Jack o Piggy. William Golding pensaba que cada uno es responsable de sus propios actos y por ello fue crítico con el papel de todos los países en la Segunda Guerra Mundial, haciendo especial hincapié en el caos social que habían creado. Y remarcando el fin de la inocencia para muchos que la habían vivido.
El libro de “El pequeño Lord” condena los prejuicios y la tensión existente entre Inglaterra y Estados Unidos en el siglo XIX. Para ello, la autora, Frances Hodgson Burnett, se valió de su propia experiencia a ambos lados del charco. Se cuenta la historia de Cedric Errol, hijo de un noble inglés y una plebeya estadounidense. El niño es heredero de múltiples posesiones en Inglaterra, y a la muerte de su padre debe ocuparlas. Pero su abuelo odia a su hijo porque se casó con una estadounidense. Sin embargo, debe asimilarlo y educar a su joven nieto para su futuro como aristócrata. Ambos chocan por su diferente mentalidad, pero ambos ceden y el duque acaba superando sus prejuicios. Fue un éxito en su época y la forma de representar a Errol creó tendencia entre los más jóvenes.