Cuando por accidente Mary y Peter acaban solos en pleno desierto australiano, en la zona norte, no saben que están condenados a vivir una aventura llena de situaciones duras e inclemencias, pero que al mismo tiempo les hará madurar y a mejorar como personas. En “Walkabout”, estos dos hermanos protagonizan junto a un joven aborigen un relato en el que se nos inculcan valores de respeto por otras culturas, de supresión de los prejuicios y de amor por el prójimo. Los tres vagan por regiones inhóspitas, los hermanos porque han sobrevivido a un accidente de avión y deben llegar a Adelaida, donde vive su tío; y el aborigen porque se somete a una prueba ritual para demostrar que ha pasado de ser un niño a todo un hombre. Al fin y al cabo, todos acabarán aprendiendo de esta dura pero bonita experiencia, como sucede con todo momento que te marca en la vida.
“¿Mortal, Unna?” fue nombrado en 1999 el Libro del Año por el CBCA de Australia. La narración transcurre en una aldea de la costa, y el argumento se vale de elementos muy idiosincráticos del país austral, de ahí su éxito. Además, Phillip Gwynne la elaboró como obra parcialmente autobiográfica, lo cual ayuda a alcanzar profundidad en las temáticas de adolescencia y amistad que se tratan. El protagonista y narrador es Gary Blacky, adolescente que juega al fútbol australiano. Además de Blacky, otros personajes de relevancia son su violento padre, el entrenador Arks, el viejo Darcy y su compañero de equipo el aborigen Dumby Red. La historia que se entreteje establece una crítica sobre las tensiones raciales todavía existentes entre ciertos sectores de población, aun teniendo en cuenta la relativa paz con la que se convive en Australia. Gwynne prosiguió la saga, en la cual enaltece todavía más las relaciones entre blancos y aborígenes. El fútbol australiano, por otro lado, sirve como escenario para valores de lucha, sacrificio y superación. Un relato profundo e imprescindible.
Las novelas deportivas tienen entre el público joven uno de los sectores más fieles. Así lo demostró, una vez más, el australiano james Moloney con su saga centrada en el atleta Gracey. El primer libro, “El joven Dougy”, recibe el nombre del hermano adolescente de Gracey. Por un lado, Dougy siente verdadera admiración por su hermano mayor y por los éxitos que cosecha. Por otro lado, esto supone una losa para su motivación y se considera a sí mismo un fracasado. Los dos hermanos son aborígenes, hecho que le abrirá puertas a Dougy además de su elevada estatura. Los éxitos de Gracey incrementan el reconocimiento del pueblo aborigen en Australia, pero por otro lado reavivan las tensiones raciales. De hecho, su devenir es sólo una excusa para mostrar un trasfondo de violencia e injusticia. Dougy encontrará su sitio en el mundo pero antes deberá sufrir. Como podemos ver, valores de igualdad, solidaridad y esfuerzo son transmitidos a través de esta excepcional historia que emplea el atletismo como excusa.
“Objetos extraños” fue Libro del Año en Australia por la C.B.C.A. en 1991. La clave de su éxito fue que supo indagar en la propia historia del país construyendo una novela de suspense y aventuras en torno a una situación actual. Además, su originalidad también reside en la forma de la narración, pues ésta también se desarrolla en forma de cartas, informes, relatos orales y otros tipos de documentos. Así establece una línea de fantasía y realidad más que suculenta. Steven Messenger encuentra por casualidad un diario antiugo y una vasija de hierro que contiene una mano momificada y un anillo. Sus pesquisas le llevarán a conocer los sucesos del naufragio del Batavia en 1629, acontecimientos que nos son contados también a parte. Hubo supervivientes, asesinatos y los principales ingredientes de las aventuras de la navegación. La ambición humana se cruza con el instinto de supervivencia, y así Steven descubrirá la masacre perpretrada en torno a dicho naufragio. Para ello contará con la ayuda de anciano aborigen llamado Charlie. El anillo también ejercer un poder de atracción que hará que Steven siga indagando pese a los horrores que el pasado alberga, y que en el fondo muestra el choque de los colonizadores con los aborígenes. Como es de suponer, el paisaje y el clima también tienen vida propia en este excepcional libro de Gary Crew.
Mientras que la literatura infantil y juvenil está plagada de ejemplos de los nativos norteamericanos, no sucede así con culturas nativas de otros países y otros continentes. Un ejemplo son los aborígenes australianos. “Los Quinkin” nace de la colaboración entre el explorador y escritor Percy Trezise, y el artista aborigen Dick Roughsey. Esta extraña simbiosis tenía como finalidad dar a conocer la cultura aborigen a un público joven, además de ofrecer una obra infantil de calidad. La historia se centra en Moonbi y Leealin, dos niños que habitan una cueva junto a su tribu y los cuales se ven sorprendidos por el espíritu maligno Quinkin. Este espíritu tiene su contrapunto bondadoso, quien actúa y los salva. El relato infantil se entrelaza a la perfección con la mitología aborigen, de tintes sobrenaturales, y es magnificado por las bellas ilustraciones de Roughsey. Una manera diferente de acercarse a la belleza de Australia.
La narración de “Tangara” se centra en una niña llamada Lexie, en una tribu aborigen y en la australiana isla de Tasmania. Lexie, de 9 años de edad, tiene un collar de conchas que perteneció a su tatarabuela, quien tenía una amiga aborigen llamada Merrina. La obra tiene un cierto carácter fantástico, pues Lexie es transportada a una época en la que puede conocer a Merrina y compartir con ella vivencias y momentos divertidos. El momento dramático acontece cuando la tribu a la que pertenece Merrina es aniquilada, y Lexie es cargada con un cierto sentimiento de culpabilidad. Por suerte, más adelante Lexie tiene la oportunidad de redimir sus malas sensaciones y vuelve a reencontrarse con Merrina. El libro es una oda a la amistad, a la tolerancia, al respeto y al mestizaje, y por ello es totalmente recomendable de entre los múltiples ejemplos de la literatura infantil australiana.