“La señora Doubtfire” probablemente forma parte del imaginario popular por su adaptación cinematográfica, protagonizada por el eterno Robin Williams. Para quien no lo supiera, la historia está inspirada en una genial novela de Anne Fine. El argumento es el mismo: una familia destruida por un divorcio nada amistoso. Daniel, el padre, y Miranda, la madre, no consiguen ponerse de acuerdo, sobre todo por los despistes de él y la intransigencia de ella. Nominada al Guardian Children Fiction’s Prize, esta novela sabe emplear el humor para hablar de problemas de familia, dando un paso más allá. Daniel se disfrazará de señora y llegará a ser la criada de su propia casa. Sus tres hijos enseguida descubren el pastel, pero se callan para poder pasar más tiempo junto a su progenitor. La tensión se mantiene por el miedo del lector a que Daniel sea descubierto por Miranda, aunque el relato está cargado de momentos cómicos. La autora nos hace llegar honestamente una historia familiar sin dejar de lado los dramas más cotidianos y solicitando a los padres divorciados que se lleven lo mejor posible por el bien de sus hijos, los principales perjudicados por sus desacuerdos.
El inglés T.H. White acostumbró a crear microuniversos de fantasía con suma habilidad, enganchando a lectores de varias generaciones a su obra. “El reposo de la señora Masham” es un imprescindible de este género, e incluso la fascinación que transmite invita a la relectura. El continente de este mundo mágico es una pequeña isla en medio de un lago y próxima al palacio Malplaquet. María, una niña huérfana, se aleja del palacete y se adentra en un universo que la cautivará para siempre. En la citada isla hay espacio para liliputienses (referencia a Gulliver), zorros gigantes, bebés en cáscaras de nuez y urracas usurpadoras. Tal como le dicen a María, llevan viviendo doscientos años en esa espacie de templo. La intriga también está presente en forma de personajes malévolos y objetos importantes que se han extraviado. Los valores que encarna María son dignos de admirar, y será una heroína para todo aquel que lea este libro. Una imprescindible novela santuario de la fantasía y la imaginación.
Las historias de “La señora Cucharita” han deleitado a niños en los países escandinavos durante décadas. Este entrañable personaje, creado por Alf Proysen (apodado ALF cariñosamente) e ilustrado por Björn Berg, es una mujer que encoge de forma involuntaria y repentina. La señora Cucharita tiene una tranquila vida rural en compañía de su marido, pero debe esconder algo, y es que de tanto en cuando se hace más y más pequeña hasta llegar al tamaño de una cuchara de té. Esto sucede sin que ella pueda evitarlo, y debe saber reaccionar a tiempo ante ello. Por suerte, nuestra protagonista es muy lista y sabe ponerse a cubierto de los peligros que le pueden rondar cuando es diminuta. Por ejemplo, el ser atacada por animales. Su agudeza le permite salir de todas las situaciones, y también cuenta con la ayuda de personajes como un gato, un perro o un ratón que le echan una mano en las tareas cotidianas. A medida que se lee la historia queda siempre la intriga de si la señora Cucharita podrá salir airosa de las situaciones que se le plantean, y también está la tensión en torno a que descubran su secreto. Se trata de un clásico de la literatura infantil noruega y sueca, y de un libro tan entretenido como ingenioso.