Por todos es conocida la habilidad de William Steig para relatar a través de animales historias que se deberían situar en un mundo de humanos. Aunque “Doctor De Soto” no es su obra más conocida, sí que resulta una divertida y esperpéntica aproximación a una situación cotidiana. Y además, tiene como mensaje el mentalizar a los niños de cara a sus visitas a los profesionales de la medicina, especialmente a los dentistas. El Doctor De Soto es un ratón dentista que atiende por igual a todos los animales, grandes o pequeños, excepto a gatos y otros seres que puedan resultarle peligrosos. Su ayudante es la señora De Soto. Juntos consiguen ser los favoritos para extirpar las muelas de los animales, pues nunca causan dolor. Un zorro acude un día a la consulta, y los ratones lo atienden con profesionalidad. No obstante, cuando el zorro vuelve otro día sus instintos nacen y sus malos pensamientos son hábilmente reprimidos por el Doctor De Soto. En definitiva, una delirante mezcla entre un mundo de humanos y lo más irracional del mundo animal de la mano de uno de los escritores infantiles más leídos en Estados Unidos.
Los cuentos del doctor Dolittle se han hecho famosos en la actualidad por sus adaptaciones al cine. El protagonista es un médico que decide dedicarse a la veterinaria. No obstante, trata a sus pacientes como si fueran personas, con los cuales se comunica gracias a su loro Polynesia. El doctor Dolittle tiene más amigos entre los animales que entre las personas, y consigue aumentar su fortuna en ferias ambulantes. Aunque el primer libro acaba de forma tranquila, Hugh Lofting decidió extender las aventuras del doctor Dolittle unas entregas más. Otro dato curioso es que estos relatos surgieron a partir de la correspondencia del autor con sus hijos, a los cuales les escribía cuentos mientras batallaba en la Primera Guerra Mundial. Se trata de una de las primeras historias que normaliza la conversación entre animales y humanos, recurso humorístico actualmente muy utilizado, y que todavía la mantiene con popularidad.