“El dragón de mi padre” es el típico relato que los niños adoran y que es perfecto para contarlo justo antes de que éstos se vayan a dormir. El protagonista es Elmer Elevator, el cual se encuentra con una gata malherida a la que rescata y cuida. La gata es mágica, y le avisa a Elmer de la existencia de un dragón pequeño que cayó de una nube. El dragoncito no puede volar porque se hizo daño y hay gente que lo utiliza como transporte, abusando de él. Elmer decide entonces emprender una aventura hacia el lugar donde se encuentra el dragón, Isla Salvaje. El espíritu decidido del protagonista lo lleva lejos de su hogar a un sitio fantástico donde se ve obligado a usar su ingenio para sobrevivir. Al final se desvela que el narrador es el propio hijo de Elmer. Esta historia, escrita por Ruth S. Gannett e ilustrada por su madrastra, recibió el premio Newbery Honor Award y el A.L.A. Notable Book. Tuvo un par de secuelas, también exitosas. Aúna fantasía, aventuras y un espíritu alegre que fascina a los más pequeños. Por ello, las aventuras de Elmer deberían ser imprescindibles en cualquier infancia.
Papá Noel es un personaje incluido en prácticamente todas las culturas de todo el mundo. El libro de 1973, de Raymond Briggs, pretende humanizar la figura de este entrañable icono navideño. Para ello, añade situaciones cómicas y cotidianas a la vida de Papá Noel. Este señor se enoja cuando tiene que salir a trabajar y hace mal tiempo, y lo paga insultando cariñosamente a sus renos. Vive en una casa normal y corriente, en el Ártico, y se muestra como un hombre un poco desordenado. Le encantaría vivir en un lugar cálido, y disfruta con la comida y bebida que le dejan en las casas cuando las visita. Además, tiene miedo de llegar a casas cuyo acceso no esté bien preparado. Se trata de un libro imprescindible para que los niños no le tengan miedo a Papá Noel, al tiempo que se convencen de la forma de trabajar de éste y de lo importante que es portarse bien para recibir sus regalos.