Los “Cuentos morales” de Rafael Pombo son los mejores exponentes de la literatura infantil sudamericana del siglo XIX. Es una colección de poemas para niños con la diáfana intención de enseñar a los niños a que se porten de manera adecuada. Estos poemas se caracterizan por su ritmo y, como su nombre indica, fuerte moralidad. Esta moralidad en ocasiones se esconde tras versos irónicos y con toques de humor negro. Algunos de los cuentos más famosos que contiene son “La pobre viejecita” y “El renacuajo paseador”.
El “Fabuleario” de Edward Lear es una antología de poemas de 5 versos en tono satírico y que narra historias de personajes de todo el mundo. Es fruto de los múltiples viajes que realizó el autor y de una imaginación desbordante, así como un renacido interés hacia la literatura infantil como un género propio. Algunos personajes clásicos del “Fabuleario” son “el viejo de la barba”, “la joven de mentón puntiagudo” o “la vieja dama de Chertsey”, entre muchos otros. A menudo sus rasgos físicos están exagerados y se narran sobre ellos acciones de lo más desternillantes y absurdas. Además de las ilustraciones, las fáciles y divertidas ramas siguen haciendo las delicias de los niños actuales.