“Los bosques de Windri” es una de esas novelas que aúnan muchos de los ingredientes que hacen de un relato algo atractivo: sentimentalismo, intriga y un desfile de carismáticos personajes. La familia protagonista es la del señor de Windri, en la cual destacan sus hijas Philippa y Magdalen. El escenario es aislado pero cautivador, y está formado por el castillo de Windri y por los bosques que lo circundan. Philippa, la hija mayor del señor, está prometida al conde de Monte Lucio, y ambos generan la envidia de muchos otros nobles. Es por ello que son objetivo de muchos complots de asesinato. Uno de ellos está a punto de tener éxito pero es desbaratado por Magdalen y por el sirviente Theodore. La historia de Violet Needham parece transcurrir en un lugar solitario donde reina el suspense, sin perder ni un ápice de romanticismo gracias a las escenas transcurridas en el bosque.
El caballito de madera es la historia de superación de un caballo anclado a una plataforma. El protagonista se lanza a buscar aventuras para conseguir dinero para su amo, el tío Peder. No se trata de un libro feliz en su transcurso, aunque sí excitante. El caballo está a punto de morir en varias ocasiones, aunque siempre sale airoso. Además, algunas de las proezas que lleva a cabo el caballito son increíbles para tratarse de un simple juguete. No obstante, la autora Ursula Williams consigue que todo parezca posible, dotando al caballito de un gran sentido de la humildad. El protagonista va haciendo amigos a medida que avanza la trama y finalmente vuelve a casa habiendo amasado una fortuna para su amo. Se trata de un libro muy recomendable para aquellos que realmente valoren las obras de caridad.
“Los cuentos de Milly-Molly-Mandy” están protagonizados por una niña de 7 años, Millicent Margaret Amanda. Vive en una pequeña casa rural con su gran familia. En la misma aldea tiene amigos como Susan y Billy, y todos ellos son paradigmas de la vida rural inglesa en los años 20’. Se trataba de una época en la que se apreciaba el valor de lo que se tenía, y en la que pequeños cambios en la rutina eran recibidos con entusiasmo. Este libro de Joyce Lankester Brisley demuestra un gran amor por la naturaleza, tanto en su texto sorpresivo y feliz, como en sus imágenes bucólicas. Es un libro de cierto carácter nostálgico y que encantará también a los padres por reflejar costumbres que se han perdido.