Mientras que la literatura infantil y juvenil está plagada de ejemplos de los nativos norteamericanos, no sucede así con culturas nativas de otros países y otros continentes. Un ejemplo son los aborígenes australianos. “Los Quinkin” nace de la colaboración entre el explorador y escritor Percy Trezise, y el artista aborigen Dick Roughsey. Esta extraña simbiosis tenía como finalidad dar a conocer la cultura aborigen a un público joven, además de ofrecer una obra infantil de calidad. La historia se centra en Moonbi y Leealin, dos niños que habitan una cueva junto a su tribu y los cuales se ven sorprendidos por el espíritu maligno Quinkin. Este espíritu tiene su contrapunto bondadoso, quien actúa y los salva. El relato infantil se entrelaza a la perfección con la mitología aborigen, de tintes sobrenaturales, y es magnificado por las bellas ilustraciones de Roughsey. Una manera diferente de acercarse a la belleza de Australia.