Aunque mucha de la literatura infantil que conocemos internacionalmente procede del mundo anglosajón, ya sea Inglaterra, Estados Unidos o Australia (un foco cada vez más predominante de producción de obras para niños), hay muchos países o regiones con fuerte arraigo en la publicación de exitosos cuentos. Por ejemplo, Francia o Escandinavia. Respecto a esta última, los países nórdicos han sido un referente mundial durante todo el siglo XX, y se sigue manteniendo gracias a libros como “Else-Marie y sus siete pequeños papás”. Este cuento bebe de la extravagancia de la literatura sueca, y la autora Pija Lindenbaum es todo un ejemplo moderno. La narración muestra a Else-Marie, una niña de seis años normal que tiene no uno sino siete padres. Esto impedirá a Else-Marie ser feliz pero más por psicología que por los acontecimientos reales. Y es que la protagonista sólo piensa en el “qué dirán”. Los siete papás son diminutos y están muy ocupados. Finalmente, nadie presta verdadera atención al hecho ni trata a Else-Marie de forma rara, y la autora nos da una lección para admitir la diversidad social y que uno no debe temer a ser diferente, pues todos somos distintos y poseemos valores de los que sentirnos orgullosos.