Si previamente nos sorprendieron con sus versiones atrevidas e irreverentes de clásicos como “Los tres cerditos”o de los antiguos cuentos de hadas, esta vez el tándem formado por Jon Scieszka y Lane Smith se reinventa para acercarnos algo que para cualquier niño puede ser angustioso: las matemáticas. Y es que el eje del libro son los problemas que un profesor plantea, y que acaban por obsesionar a toda su clase. A través de fantasías cotidianas de los alumnos y de cuestiones reiteradas al lector, Scieszka nos muestra su vena docente, y es que este célebre autor también es profesor. El estilo de Smith es también inconfundible, con el uso del collage y con atrevidas tipografías. Empezando con libros como éste, uno puede superar esa ansiedad que suponen los problemas de ciencias cuando no salen e iniciarse en su comprensión, así como en la apreciación de su esencialidad en la educación tanto como otras asignaturas.