La experiencia de leer “La casa embrujada” es incomparable a la de cualquier otro libro infantil. Jan Pienkowski era un perfeccionista que hizo evolucionar la literatura infantil a base de introducir detalles, ingenios y pop-ups. Muchos han dicho que esta obra es como un viaje a través de un parque de atracciones. Contiene texto e incluso una historia que seguir, pero esto queda sepultado por las apariciones de los monstruos y por los desplegables que contiene. Además, el simple hecho de que el cuento sea de terror, hace que el niño esté siempre alerta y atento a lo que está viendo. La interacción entre el lector y la obra nunca había sido llevada tan lejos como con “La casa embrujada”. Incluso el estirar un desplegable puede provocarte más de un susto… Gatos negros, ojos que se mueven, damas de aspecto lúgubre, tentáculos y muchos más detalles variopintos desfilan en esta maravilla de Pienkowski.
La ilustradora británica Joan Aiken hace gala de su sensacional cercanía con el público infantil en esta compilación de ocho relatos. “Un collar de gotas de lluvia” contiene historias de lo más curiosas a la vez que chocantes y delirantes. Aiken incluso se atreve con versos atractivos que animarán a los niños a participar de los relatos. Junto a la autora, el ilustrador Jan Pienkowski (famoso por la serie “Meg y Mog”) aporta unas imágenes que congenian a la perfección con lo que se narra. Sus dibujos son misteriosos, haciendo mucho uso de las siluetas, pero también cercanos y que invitan a confiar en ellos. El cuento que da título a toda la obra relata cómo una niña tiene un collar que acumula gotas de lluvia que le permitirán más adelante controlar el clima a su antojo. Pero este es sólo un ejemplo de las muchas alocadas ideas que “Un collar de gotas de lluvia” contiene y que deleitarán a los más pequeños.