Una de las figuras más sobresalientes y exitosas de la literatura infantil del siglo XX fue el Dr. Seus (alias de Theodor Seuss Geisel). Varios de sus libros son clásicos indiscutibles, entre ellos el último que publicó, este “¡La de cosas que puedes pensar!”. En él se aprecian cambios en la estructura y el estilo literario de Seuss, más complejos. Las ilustraciones están cargadas de colorido y representan paisajes inusuales. Una gozada visual para el pequeño lector. Pero es que en el texto se anima a los niños a explorar su propia libertad, a buscar sus sueños, y a saber discutir con criterio cuando quieran tener la razón. El contraste de puntos de vista entre adultos y niños es, efectivamente, tratado con socarronería en este cuento. Al fin y al cabo, se nos cuenta también el devenir de la vida, con una infancia feliz seguida de momentos más difíciles, todo apto para leer con poca edad. Por supuesto, hace uso de rimas y de su estilo particularmente musical. El Dr. Seus cerró su obra literaria con esta maravillosa oda al optimismo.
La historia de “Arriba en el árbol” es un genial producto de entretenimiento. Se trata de un libro cuyo objetivo en todo momento es divertir, dejando de lado enfoques emocionales o dramáticos. Los protagonistas del cuento son dos niños que viven en lo alto de un árbol de forma feliz. Dicho jolgorio se ve interrumpido cuando un castor destroza la escalera que tienen para bajar y subir. Cuando creen que no podrán nunca bajar de allí, un pájaro misterioso los ayuda y vuelven a tierra firme. Los dos niños enseguida añoran volver a subir al árbol, y toman la precaución de construirse una escalera con tablones de madera en el mismo tronco. El relato y los dibujos corren a cargo de la canadiense Margaret Atwood. Las ilustraciones sólo están en rojo y azul (y mezclas de ambos) porque la editorial quiso ahorrarse dinero en la impresión. Curiosamente, hoy en día esto es una seña de identidad del libro.
Este otro libro del Dr. Seuss muestra su preocupación por el poco atractivo que consideraba que tenían los libros para niños. Pensaba que no llamaban a la lectura. Lo que se cuenta es cómo un extraño personaje de apariencia ligeramente humana se niega sistemáticamente a probar un plato de nombre repugnante: huevos verdes con jamón. Otro personaje, Sam, intenta que lo pruebe una y otra vez, probando diferentes situaciones y localizaciones. Finalmente, en un lugar poco corriente y rodeado de animales de todo tipo, el protagonista accede y saborea dicho plato. La moralidad del libro es clara: hay que animarse a probar cosas nuevas y liberarse de los miedos o prejuicios que te impiden decidirte. De nuevo destaca el ritmo narrativo de Seuss y sus absurdas ilustraciones.