“El pato en el cañón” ofrece al público infantil una temática muy poco común en este tipo de literatura. Joy Cowley ridiculiza la guerra y todas las consecuencias de las actividades militares con una idea tan original como sencilla. En medio de una contienda, una mamá pato establece su nido en la boca de un cañón, y se dispone a incubar sus huevos. El general no encuentra la manera de poder seguir con el conflicto pese a que intenta conseguir un nuevo cañón, y acaba defendiendo el sueldo de sus soldados frente a su gobierno pese a que la guerra se acaba paralizando. Lo que empieza con una tregua de tres días por la presencia de los patitos en el cañón termina deshaciendo el enfrentamiento. Cowley parodia la guerra y califica de absurdo cualquier acto bélico con una maestría que gustará tanto a niños como a adultos. Por otro lado, aunque el ilustrador original fue Edward Sorel, son más conocidas las imágenes de la edición de Robyn Belton, las cuales recibieron el Premio Russell Clark.