Un estilo de vida aparentemente aburrido puede tornarse trepidante si uno tiene la suficiente imaginación y motivación. Imaginación es algo que sobra en cualquier niño, y es lo que Mairi Hedderwick nos quiere mostrar a través de Katie Morag. Esta niña vive en la anodina isla de Struay, en Escocia (isla fictica inspirada en una real), en el seno de una familia que se encarga de la correspondencia del lugar. Como sucede en lugares tan apartados del mundo, la oficina de Correos es también un tenderete donde se vende cualquier cosa. Katie Morag debe echar una mano a sus padres con desastroso resultado, pero aprenderá de sus errores y acabará queriendo ser cartera. Otro aspecto que se nos muestra en “Katie Morag entrega el correo” es el desarrollo y el crecimiento de un pueblo pequeño, pues inicialmente sólo llega un barco por semana y acaban desembarcando tres. Todos los niños que tengan un negocio familiar se verán reflejados en Katie Morag, y podrán aprender de sus travesuras para disfrutar del trabajo.