Curiosa es la mescolanza de géneros que “Viajera en el tiempo” nos ofrece. A caballo entre las novelas decimonónicas, la fantasía, la ciencia ficción y los relatos de intrigas palaciegas, Alison Uttley supo explotar las características de cada uno. Aunque en ocasiones la trama adquiere cierta complejidad, la historia de Penélope resulta absorbente. Esta chica descubre que puede viajar en el tiempo al entrar en la biblioteca. Así, se transportará a la época isabelina, llena de romances e intrigas. Se trata de un momento de la historia donde en una finca se reunía mucha gente, constituyendo cada casa un propio mundo de relaciones. Penélope quedará prendada de todo ello, y querrá volver siempre a la biblioteca.La idea es ofrecer una reflexión sobre el valor de los libros, indicándonos que la lectura nos puede transportar a lugares maravillosos.
Los cuentos de Alison Uttley, especialmente “La Ardilla, la Liebre y la Conejita Gris” disfrutaron de un tremendo éxito desde su primera publicación. Las historias son inteligentes pero sin perder ápices de sencillez. De esta forma, los niños tratarán de imitar a estos entrañables animales, los cuales son un ejemplo en cuanto a la enseñanza de valores morales. Se tratan temas como la amistad verdadera, el amor por la naturaleza, las experiencias primerizas o el aprendizaje de los errores. Además de divertir, este libro instruye. Por ello debería considerarse un imprescindible de la literatura infantil.