“Un caso grave de rayas” trata un tema que, aunque aparentemente inofensivo, es controvertido en edad infantil. Se trata de la aceptación social, y las cosas que a veces somos capaces de hacer por integrarnos en un grupo. Nada más lejos de la realidad, uno debe ser siempre fiel a uno mismo, pues si los demás te valoran y te estiman, te querrán con tus particularidades, con tus virtudes y defectos. Esta lección es la que vive la protagonista Camila Flan en sus propias carnes, quien por encajar y contentar a los demás se falla a sí misma y se comporta falsamente. Las consecuencias, ilustradas a la perfección igual que narradas por David Shannon, son el padecimiento de una enfermedad que se manifiesta con coloraciones extrañas de la piel. Hasta que Camila no se comporte como es realmente, esta curiosa patología no desaparecerá. Así lo acaba haciendo, siendo entonces todavía mejor aceptada por sus amigos y recuperando la autoestima perdida.
Si se buscan historias que den lecciones a los niños de forma efectiva, “Una niña mal educada” es un buen ejemplo de ello. La protagonista es Lucrecia Crum, una niña que tiene un comportamiento desdeñable, pues no tiene ningún reparo en eructar y tirarse pedos en público, en escupir a los demás, en robar o en chillar sin sentido. Se trata de la típica niña a la cual hay que aplicar métodos impactantes para poder corregir. Como Lucrecia contagia a sus amigos y los vuelve maleducados, los padres de todos ellos confabulan para aparecer en una fiesta de cumpleaños disfrazados y portarse peor que nadie. Los niños, que se ven desbordados, lloran amargamente al ver que hay gente peor que ellos, entonces comprenden que su comportamiento es nefasto. Lucrecia pasa a ser una adorable pequeña y los niños empezarán a discernir el bien del mal. El estilo de las ilustraciones puede recordar a series como Oliver Postgate y Peter Firmin, ya que son de la misma autora que este libro, Babette Cole.