Uno de los mayores bombazos comerciales de la literatura infantil en Estados Unidos es la serie “Si le das a…”, de Laura Joffe Numeroff. Ésta archiconocida saga se inició con “Si le das una galletita a un ratón”, y ya dispuso los cimientos que caracterizarían al resto de entregas. Las ilustraciones de Felicia Bond cautivan al lector al tiempo que éste se sumerge en refranes, ideas y tretas originalmente escritas. Uno de los principales temas a tratar son las reacciones en cadena, y cómo un acto acarrea consecuencias. Como es de imaginar, la aparentemente inofensiva causa ocasiona un efecto delirante y nada lógico, el cual maravillará a los niños. Indirectamente también se está describiendo la insatisfacción de los más pequeños, quienes a menudo muestran una curiosidad insaciable. En este libro precisamente caen presos de la curiosidad, y no es de extrañar que los lectores más avezados memoricen sus líneas y las repitan en voz alta. Todo un clásico que gustará a niños y a padres casi por igual.
Al igual que sucedía con “Foxie”, “Roule Galette” también proviene de la tradición oral de Europa del Este. El cuento original, de origen ruso, se llama “Kolobok”. En este caso es adaptado por Natha Caputo para la colección francesa de Père Castor. El cuento muestra una torta que empieza a rodar por el campo después de que una mujer se la haya preparado a su marido. La torta vive un verdadero viaje donde se encuentra con todo tipo de animales, la mayoría de los cuales quiere comerla. Se trata de una torta humanizada, la cual se comunica y al tiempo que rueda va cantando, dejando a todos con la miel en los labios. Pero un zorro astuto prepara una artimaña para devorarla, la cual consiste en halagarla lo suficiente para que se confíe. La torta cae en la trampa y es devorada, lo cual sirve en bandeja una moraleja semejante a la fábula de Esopo “La zorra y el cuervo”. Para los niños, además, el libro es un ejercicio para aprender animales a medida que éstos aparecen.