Si te gustan las historias protagonizadas por un amo y su inseparable mascota, “El oso más grande” es un buen paradigma. Johnny Orchard siente que su padre no es lo suficientemente valeroso porque no consigue cazar nunca un oso, mientras que el resto de vecinos sí y exhiben en sus salones las pieles del botín. Harto de ello, Johnny decide cazarlo él mismo, y lo que consigue es un cachorro al que llevará vivo a casa y el cual será su mascota. Johnny no quiere desprenderse de él y esto cada vez le causa más problemas, sobre todo porque el oso se convierte en el más grande que sus vecinos hayan visto. Cuando parece que la salida es sacrificar al animal, Johnny consigue enviarlo al zoólogico y en adelante lo visita a menudo. Se trata de uno de los cuentos más célebres de la autora Lynd Ward, y con él ganó la Medalla Caldecott. La trama alcanza cierto tono agridulce pero en ningún momento alcanza un dramatismo extremo.
Esta novela de Wanda Gág es una de las tantas muestras de talento de la célebre escritora estadounidense. En ella se cuenta la historia de una pareja de ancianos que viven solos. El esposo intenta alegrar a su mujer consiguiéndolo un gato, el más bonito del mundo. Como no puede decidirse, le lleva todos los gatos que se encuentra. La casa se convierte en una locura, y la anciana no puede mantenerlos a todos. Al final se decide por un gato pequeño, feo y desnutrido. No obstante, con el cuidado de los ancianos este gato crece y se convierte en el más bonito de todos los que habían visto. “Millones de gatos” es considerado uno de los primeros libros ilustrados moderno, y Wanda Gág demuestra su habilidad al ilustrar en blanco y negro e incluir rimas pegadizas.