La pareja autor-ilustrador formada por Jon Scieszka y Lane Smith ya había fascinado al mundo de la literatura infantil con su versión rebelde y sin tapujos de un clásico en “La verdadera historia de los tres cerditos”. Tras el éxito de ésta, volvieron a la carga con la misma receta en “El apestoso hombre queso”. Y es que esta vez le toca el turno a los cuentos de hadas. A través de las páginas de esta fabulosa obra se desmontan tópicos como el final feliz, las lecciones morales al uso, la lucha del bien contra el mal y el amor como eje de la narrativa. Todo es más difuso ahora, y los niños desarrollarán gracias a ello su capacidad crítica, principal objetivo de los autores. Varios de los cuentos que todos conocemos tienen un diferente devenir y un final distinto. Por supuesto, no todo es cuestión de irreverencia, sino que también es un genial producto de entretenimiento y está creado para hacer reír con sus incontables dosis de humor.
Los libros de Poli y el lobo han gustado mucho a niños de todo el mundo durante más de medio siglo por su atrevimiento y a la vez disparatado enfoque. Poli es una chica con desparpajo que tiene una especie de relación amor-odio con un lobo. El lobo, fiel a sus instintos, intentará devorarla en cuanto tenga oportunidad. Para ello este animal se sirve de ideas cogidas de otros cuentos y tradiciones. Pero Poli siempre se muestra un paso por delante y se defiende y manda al traste las intenciones del lobo. De esta forma, Poli intenta mostrar que los cuentos pueden estar cerca pero a la vez lejos de la realidad. Otro aspecto que le da importancia a la obra de Catherine Storr es el carácter de Poli, pues además de inteligente es determinada e independiente. La obra también está plagada de episodios en los que ambos se ayudan el uno al otro, así que es una amistad basada en una rivalidad. Un clásico que dejó ejemplares durante casi cuatro décadas.