La impactante premisa de “El tigre que venía a tomar el té” lo hace un libro infantil necesario a la vez que extravagante. Judith Kerr hizo derroche de su cautivadora imaginación en esta historia donde un tigre se presenta en casa de una familia a tomar té. El recibimiento ya resulta sorprendente, puesto que la familia no se opone a nada. El tigre se bebe el té, pero además acaba con el resto de reservas de comida y bebida. Sophie, la niña, está preocupada, y sólo tiene un momento de alivio cuando el animal marcha de casa. Los padres de Sophie escarmientan y se preparan ante otra posible visita del felino llenando la despensa de víveres. Aunque Sophie y sus padres no tengan miedo realmente de que el tigre pueda dañarlos, el lector se encuentra en constante tensión por ver cómo se desarrollarán todos los eventos. Un excelente relato que combina extrañamente intriga y diversión.