“La caja de las delicias” es realmente la secuela de “Los personajes de medianoche”. En este relato la fantasía se une con la intriga para crear una fascinante historia. El protagonista es Kay Harker, quien recibe como regalo una misteriosa caja por parte de un viejo titiritero, el cual desaparece tras ello. La caja es una fuente de poderes de lo más inusitados, como encoger a alguien o viajar en el tiempo. Kay se une a los hermanos Maria y Peter en la búsqueda del titiritero, quien es en realidad magia personificada. Por supuesto, un enemigo aparece en su camino, Abner Brown, quien acaba secuestrando a más personas de la ciudad de Condicote. A cambio solicita la famosa caja de las delicias. Kay consigue salvar la situación heroicamente y el final es más que agradable. Esta novela de John Masefield muestra las características del poeta para dotar al relato de una atmósfera mágica y encantadora. En su transcurrir hay multitud de escenas memorables, muchas de ellas semejantes a las de otras famosas historias de fantasía. Al fin y al cabo, es una historia que bebe de la imaginación y que encumbra a ésta como una virtud de cualquier niño.