Cuando uno es adolescente se cree a sí mismo el Rey del Mundo. Este sentimiento es el que comunica la célebre escritora australiana Robin Klein en “¡Te odio, Alison!”. La protagonista, Erica Yurken, quiere acabar con todo lo que no le gusta y guiarse a través de la vida según sus convicciones. Empezando por cambiarse el nombre, que considera estúpido, y llegando a ser la chica perfecta. El camino de Erica, como el de cualquier adolescente, se llena de imprevistos y trabas que la confundirán en su búsqueda de la felicidad. Alison Ashley aparece en escena para rivalizar con Erica, sintiéndose nuestra joven heroína inferior a su lado. La inseguridad, la indignación y la desesperación, sensaciones tan a flor de piel en un adolescente, son excelentemente descritas por Klein. Tarde o temprano Erica acaba resignándose y dándose cuenta de que las cosas no son como ella piensa. Madurar a tiempo es el mejor remedio posible para alcanzar una felicidad más real que la que Erica ansiaba. Un excelente libro para educar en el comportamiento a muchos adolescentes.
Curiosa es la mescolanza de géneros que “Viajera en el tiempo” nos ofrece. A caballo entre las novelas decimonónicas, la fantasía, la ciencia ficción y los relatos de intrigas palaciegas, Alison Uttley supo explotar las características de cada uno. Aunque en ocasiones la trama adquiere cierta complejidad, la historia de Penélope resulta absorbente. Esta chica descubre que puede viajar en el tiempo al entrar en la biblioteca. Así, se transportará a la época isabelina, llena de romances e intrigas. Se trata de un momento de la historia donde en una finca se reunía mucha gente, constituyendo cada casa un propio mundo de relaciones. Penélope quedará prendada de todo ello, y querrá volver siempre a la biblioteca.La idea es ofrecer una reflexión sobre el valor de los libros, indicándonos que la lectura nos puede transportar a lugares maravillosos.
Esta novela de Alan Garner revlucionó en 1967 las historias de fantasmas. Además de esta temática, el autor británico evoca la eterna tensión entre Inglaterra y Gales. La historia critica las apariencias y las costumbres que en ocasiones se adaptan sin ser cuestionadas. Asimismo, “La vajilla del búho” es considerada una adaptación de la leyenda galesa de Bloudewebb. Los protagonistas son Alison, Roger, y Gwyn, jóvenes a los que unen diferentes vínculos y que deben enfrentarse a unos curiosos obstáculos durante sus vacaciones de verano. El drama arranca cuando Alison descubre una curiosa vajilla en la casa donde veranea. A partir de entonces, los tres jóvenes parecen anclados a sus destinos y cualquier intención de variarlos resultará inútil. Todo ello aderezado por un paisaje lúgubre donde las montañas, el valle y el río tienen un aspecto fantasmagórico que aumenta la aprensión. Como se ha comentado, la tensión también aumenta a causa de los conflictos entre los diferentes personajes, de distinta clase social y nacionalidad. Por último, cabe destacar que este tenebroso relato permitió a Alan Garner conseguir la prestigiosa Medalla Carnegie.
Los cuentos de Alison Uttley, especialmente “La Ardilla, la Liebre y la Conejita Gris” disfrutaron de un tremendo éxito desde su primera publicación. Las historias son inteligentes pero sin perder ápices de sencillez. De esta forma, los niños tratarán de imitar a estos entrañables animales, los cuales son un ejemplo en cuanto a la enseñanza de valores morales. Se tratan temas como la amistad verdadera, el amor por la naturaleza, las experiencias primerizas o el aprendizaje de los errores. Además de divertir, este libro instruye. Por ello debería considerarse un imprescindible de la literatura infantil.