El autor, Harold Keith, se basó en entrevistas con veteranos de la Guerra de Secesión estadounidense para dar forma a esta novela histórica. El protagonista es Jefferson Davies Bussey, un chico de 16 años de Kansas que se alista en el ejército de la Unión motivado por los ideales de Abraham Lincoln. No obstante, a medida que se sucede el conflicto, Bussey se percatará de que no todo es blanco y negro en la guerra. Empieza a comprender algunas de las partes del bando oponente y sufre las desgracias de la guerra. Esta confusión se acentúa para Bussey cuando se enamora de Lucy, hija de un cherokee. De hecho, éste es otro de los temas que Keith trata con habiliadd en “Rifles para el general Watie”: el papel de los nativos norteamericanos en el conflicto. El general Watie era cherokee y fue considerado héroe de guerra. Éste es uno de los muchos personajes reales que aparecen en esta apasionante novela ambientada durante la Guerra Civil de Estados Unidos.
La serie sobre Harold se inició con este libro, “Harold y el lápiz de color morado”, el cual es probablemente el mejor. Se trata de una historia en la que una idea muy sencilla pero potente dirige toda la trama. Harold tiene una cera de color morado que materializa todo lo que dibuja. El niño se dibuja caminos, bosques, océanos, peces, globos y un sinfín de formas que surgen de su propia imaginación. Las ilustraciones, del propio Crockett Johnson, recalcan el color que le da nombre al libro, lo cual lo hace un ejemplar muy característico. Los pequeños lectores quedarán prendados de ellas así como del carácter del propio Harold. Su imaginación es el motor del argumento, y eso animará a los niños a despertar su mente. Todo envuelto en una atmósfera de inocencia y ausencia total de malas intenciones. Johnson también se permite introducir ideas como el papel de la imaginación en nuestra percepción de la realidad, enlazándolo con las ilusiones y temores que se tienen cuando eres un niño.
La misma autora de “Los buscadores de tesoros”, Edith Nesbit, ofrece esta historia (alargada en varios libros más) de índole fantástica. Mientras que otras obras de Nesbit son más realistas y aptas para su publicación en revistas, en éstas se dirige especialmente a un público infantil con tal de entretenerlo. Todo ello sin renunciar a su crítica social y a la búsqueda de valores humanos. Los protagonistas son amigos entre sí, y descubren un hada de aspecto inquietante en el fondo de un pozo. Ésta les ofrece un deseo cada día por haberla salvado. Muchas veces los deseos no son bien pensados y tienen consecuencias desastrosas. Los efectos de cada deseo acaban al finalizar cada día. Así, los niños aprenderán que muchas de las cosas que ven en sus cuentos no son posibles en el mundo real, y que hay que pensar bien en las consecuencias antes de tomar cada decisión. Al final, lo único que quieren es deshacer el encantamiento del hada, para quedar aliviados. De forma ácida, el hada dice que nunca se lo digan a los adultos, ya que si no ésta se convertiría en un objeto de deseo por parte de los mismos y el sistema social la acabaría por destruir.