Esta novela australiana parte del precepto de manifestar una idea esencial que cualquier individuo debe considerar: la necesidad de conocer el pasado para vivir el presente y adelantarse al futuro. La escritora Sophie Masson indaga en la psicología del concepto antes mostrado a través de Sulia, una niña atrapada en el pasado que debe emplear sus conocimientos de “persona del siglo XX” para escapar de él. Sulia se irá dando cuenta que dicha huida no es trivial, no es algo que se debe tomar a la ligera. Debe respetar dicho pasado, reconocerlo como parte de la identidad de las personas y de los pueblos. Es imposible no sentir desarraigo cuando uno se va de un lugar que quiere o añora, el linaje es algo que todos sentimos. La historia se cuenta a modo de aventura por el mar hasta Alainan y Gealan, donde Sulia busca una madre acompañada de Rufus, quien busca a un padre. El relato es, bajo una visión global, una alegoría de las civilizaciones habidas y su influencia en las culturas actuales.
La impactante premisa de “El tigre que venía a tomar el té” lo hace un libro infantil necesario a la vez que extravagante. Judith Kerr hizo derroche de su cautivadora imaginación en esta historia donde un tigre se presenta en casa de una familia a tomar té. El recibimiento ya resulta sorprendente, puesto que la familia no se opone a nada. El tigre se bebe el té, pero además acaba con el resto de reservas de comida y bebida. Sophie, la niña, está preocupada, y sólo tiene un momento de alivio cuando el animal marcha de casa. Los padres de Sophie escarmientan y se preparan ante otra posible visita del felino llenando la despensa de víveres. Aunque Sophie y sus padres no tengan miedo realmente de que el tigre pueda dañarlos, el lector se encuentra en constante tensión por ver cómo se desarrollarán todos los eventos. Un excelente relato que combina extrañamente intriga y diversión.
En esta novela de la Condesa de Ségur nos trasladamos a Escocia en el siglo XIX para ver a un entrañable personaje que el sufrimiento le hace madurar, Carlos. Este niño de doce años vive con su prima, vieja y viuda, que le gestiona toda su herencia y lo maltrata de diferentes formas: le da mal de comer, lo encierra y no le deja adquirir nada con su dinero. La personalidad de Carlos le permite salir de todas las adversidades a las cuales es sometido, pero además empieza a tramar venganzas de tipo espiritual, ya que la viuda es muy supersticiosa. A pesar de ello, la venganza nunca llega a ser completa, pues sabe perdonar y aprender del mal comportamiento de otros. Los diálogos son vitales y dan un tono alegre y reconfortante a una historia aparentemente triste.
Este libro es realmente el primero de una trilogía, y es el más famoso de ésta. Fue escrito por la condesa de Ségur, y es en cierto modo una adaptación de su propia infancia. La protagonista, Sofía de Réan, vive en un castillo en la campiña francesa, durante la época de Napoleón. Disfrutando de las comodidades de una niña de su status, puede vivir múltiples aventuras y meterse en líos, uno tras otro. Sus travesuras se suceden, y poco a poco la propia Sofía se siente mal consigo misma y por la gente a la que hace daño de una manera u otra. Por ejemplo, su primo Pablo, el cual paga el pato por Sofía para que no la castiguen. Sin llegar a situaciones graves, se muestra como la propia protagonista sonsaca lecciones de sus experiencias, moldeándose cada vez como una persona más amable y honesta antes de madurar.