Considerada una de las mejores novelas infantiles de la historia, “El jardín de medianoche” es la obra maestra de Philippa Pearce. Y esto no es decir poco, puesto que la autora inglesa creó algunos de los relatos más conocidos y leídos durante la segunda mitad del siglo XX. La narración se centra en Tom, un chico el cual es enviado a vivir un tiempo con sus tíos. El emplazamiento es una casa de la campiña inglesa. Aunque al principio todo parece normal, Tom siente curiosidad por el pasado de la casa y cada noche se aventura en el jardín, donde conoce a una misteriosa chica llamada Hatty. Es entonces cuando la historia cobra tintes sobrenaturales y entremezcla el pasado y el presente hasta un sorprendente final. Detrás de todo ello, Pearce nos muestra un sinfín de valores que todos deberíamos asimilar. Empezando por el poder de la amistad, continuando con la tolerancia y el respecto, y concluyendo con la honestidad y fidelidad a uno mismo. El envoltorio en el que nos presenta esta maravilla es un relato absorbente que despertará la melancolía de los jóvenes lectores, y les ayudará a apreciar lo efímero de todo.
“El viejo Tom” (“Old Tom”) se convirtió casi desde su publicación en un éxito de ventas en Australia, ganó el S.A. Kanga Award., dio pie a una saga de cuentos e incluso disfrutó de una serie de televisión. Todo ello ha convertido a Tom en uno de los personajes más carismáticos y reconocidos de la literatura infantil australiana reciente. Y es que este “monstruito”, definido por el propio autor Leigh Hobbs como un cruce entre un perro pastor australiano y un diablo de Tasmania, se ha ganado el corazón de los más pequeños e incluso de muchos adultos. Tom llega a casa de Angela Throgmorton en una cesta, y ésta, bondadosa, lo acoge y lo cría. Pero la aparentemente infinita paciencia de Angela comienza a mermar conforme Tom hace más y más travesuras, comete descuidos y presenta comportamientos maliciosos. Cuando la convivencia entre ambos se hace imposible, Angela lo echa de casa. Tom pasa dificultades y es capturado, y Angela lo rescatará y el entrañable “monstruito” se portará bien desde entonces. Acompañado por su espina de pez como mascota, Tom es todo un icono infantil y una de las primeras experiencias de los niños de Australia con la lectura.
Huckleberry Finn es el eterno amigo de Tom Sawyer. En este otro libro, Huck escapa de su borracho padre y se une a un amigo eslavo, Jim, para escapar por el Mississippi. Como en Tom Sawyer, muchos curiosos momentos plagan este libro. Pero todo bajo la mirada de un joven, y Mark Twain también aprovecha para criticar los prejuicios, las injusticias y la realidad de la América de antes de la Guerra de Secesión. La descripción de lugares y atmósferas en manos de Twain es cautivadora, y actualmente es considerada una obra maestra de la literatura infantil en general y de la norteamericana en particular.
“Las aventuras de Tom Sawyer” es considerada una de las novelas más importantes de la literatura norteamericana. Su escritor, Mark Twain, pretendía reflejar la sociedad del sur de Estados Unidos con una prodigiosa descripción de la naturaleza humana. Lo hace a través de Tom, un niño del Mississippi que vive con su tía Polly y que se mete en líos sin pretenderlo, ya que tiene buen corazón. Su amigo, el pícaro Huckleberry Finn, es otro personaje icónico. La historia está llena de giros tortuosos y de situaciones muy adultas, que harán madurar a los niños, sin dejar de lado la crudeza. Todo ello a través de la visión de Tom Sawyer, con un agudo sentido del humor que intenta criticar los aspectos arraigados de la sociedad norteamericana más primitiva.