La tercera historia de los Mumim situó definitivamente a esta entrañable familia de hipopótamos blancos como un clásico de la literatura infantil finlandesa. Al igual que los dos relatos previos, “La familia Mumim” transcurre en el Valle de Mumim. Los protagonistas son Mumintroll, Snufkin y Snif, quienes salen de casa dispuestos a vivir intensas aventuras después de un largo invierno de hibernación. Casualmente se topan con un bonito sombrero que deciden recoger y llevarlo a casa para Papá Mumim. Como a éste no le sirve, deciden emplearlo como cubo de basura. Una serie de extrañas transformaciones empieza a sucederse cada vez que los Mumim arrojan un objeto al sombrero y les es devuelto algo totalmente diferente. Finalmente los Mumim descubren que el sombrero pertenecía un mágico duende, quien va a reclamar su preciado objeto muy enojado. Por suerte, todos acaban haciendo buenas migas y el final deja con buen sabor de boca a los niños, como sucede a menudo con estos queridos hipopótamos blancos.
Los famosos Mumim volvieron a la carga con esta segunda entrega de la famosa saga creada por la finlandesa Tove Jansson. Esta familia de hipopótamos blancos (al menos en apariencia) vive en un mundo muy particular de tintes fantásticos y oscuros, pero por otro lado nada inquietantes. En “Los Mumim: la llegada del cometa”, Mumintroll y Snif son avisados de que un cometa va a caer y va a provocar un desastre. Los protagonistas inician una frenética aventura en pos de encontrar un observatorio. Por el camino se encuentran con múltiples personajes que a la postre se acabarían incorporando a la saga de forma recurrente: Snufkin, Melindroso, Muskrat y la señorita Pocavoz. Un aspecto curioso de la historia es que, a pesar de la edad a la que se dirige, no tiene un final perfecto ni previsible. Mumintroll y Snif no encuentran el observatorio, y la familia Mumim al completo intenta salvarse de lo inevitable refugiándose en una cueva. Cuando todo parece que va a acabar de forma desastrosa, no acaba sucediendo nada y estos entrañables hipopótamos blancos se salvan, pudiendo así aparecer en nuevas aventuras.
Este clásico moderno de la literatura escandinava es otra de las perlas de Tove Jansson. Su aire nostálgico y sus reminiscencias de la infancia no dejan indiferente a nadie. Las protagonistas son Sophia, una niña de 6 años, y su abuela artista. Ambas pasan un verano juntas en una casita en una isla finlandesa, que acabará siendo inolvidable. Aunque inicialmente Sophia es reacia a estas vacaciones, pues su madre ha muerto, acaba dejándose llevar y disfrutar tanto del entorno natural como de la compañía de su abuelita. La madre de Sophia ha dejado una fuerte impronta en su forma de ser, y ésta lo muestra a cada momento. Nieta y abuela acaban siendo capaces de conversar sobre cualquier cosa, desde temas banales hasta otros más adultos, lo cual acaba estrechando la relación entre ambas. Al final de las vacaciones, Sophia sentirá que habrá madurado y que se habrá hecho más independiente. A través de los diálogos entre las dos protagonistas, Jansson otorga múltiples lecciones al lector sin pecar de sentimentalista, y dará buenas razones para disfrutar el verano al máximo.
Los Mumin son unos de los personajes más célebres de la literatura finlandesa. Aunque mucha gente piensa que son hipopótamos, realmente son troles blancos. Su país se llama Muminlandia, y la historia se centra en una familia de estos entrañables personajes. Tanto el texto, en forma de poema, como las imágenes, son obra de Tove Jansson. Se puede vislumbrar lo que sucederá a continuación gracias a que hay cuadrados recortados en las páginas. Esto se usa también a veces como recurso narrativo. La imaginación que desborda “Los Mumin” es asombrosa, pero no por ello se aleja del realismo de cualquier familia. En definitiva, pretende mostrar el amor por los tuyos y tu hogar.