Este clásico moderno de la literatura escandinava es otra de las perlas de Tove Jansson. Su aire nostálgico y sus reminiscencias de la infancia no dejan indiferente a nadie. Las protagonistas son Sophia, una niña de 6 años, y su abuela artista. Ambas pasan un verano juntas en una casita en una isla finlandesa, que acabará siendo inolvidable. Aunque inicialmente Sophia es reacia a estas vacaciones, pues su madre ha muerto, acaba dejándose llevar y disfrutar tanto del entorno natural como de la compañía de su abuelita. La madre de Sophia ha dejado una fuerte impronta en su forma de ser, y ésta lo muestra a cada momento. Nieta y abuela acaban siendo capaces de conversar sobre cualquier cosa, desde temas banales hasta otros más adultos, lo cual acaba estrechando la relación entre ambas. Al final de las vacaciones, Sophia sentirá que habrá madurado y que se habrá hecho más independiente. A través de los diálogos entre las dos protagonistas, Jansson otorga múltiples lecciones al lector sin pecar de sentimentalista, y dará buenas razones para disfrutar el verano al máximo.