Huckleberry Finn es el eterno amigo de Tom Sawyer. En este otro libro, Huck escapa de su borracho padre y se une a un amigo eslavo, Jim, para escapar por el Mississippi. Como en Tom Sawyer, muchos curiosos momentos plagan este libro. Pero todo bajo la mirada de un joven, y Mark Twain también aprovecha para criticar los prejuicios, las injusticias y la realidad de la América de antes de la Guerra de Secesión. La descripción de lugares y atmósferas en manos de Twain es cautivadora, y actualmente es considerada una obra maestra de la literatura infantil en general y de la norteamericana en particular.
Este libro del célebre Mark Twain transcurre en el Londres de los Tudor. Narra cómo se cruzan las historias del niño que en el futuro debe reinar como Eduardo VI y de Tom, un miserable que vive con su padre opresor. Ambos intercambian papeles y saben desenvolverse en sus nuevos entornos. Sin embargo, Tom se acomoda cada vez más a la realeza y Eduardo sufre todo tipo de penurias. Antes de que coronen a Tom por error, Eduardo consigue restituir su identidad. Como otras obras de Twain, denuncia la analfabetización social, y sirve como crítica ante las injusticias de la época, todo con un tono satírico que recuerda a Tom Sawyer sin olvidar el optimismo de la juventud.
“Las aventuras de Tom Sawyer” es considerada una de las novelas más importantes de la literatura norteamericana. Su escritor, Mark Twain, pretendía reflejar la sociedad del sur de Estados Unidos con una prodigiosa descripción de la naturaleza humana. Lo hace a través de Tom, un niño del Mississippi que vive con su tía Polly y que se mete en líos sin pretenderlo, ya que tiene buen corazón. Su amigo, el pícaro Huckleberry Finn, es otro personaje icónico. La historia está llena de giros tortuosos y de situaciones muy adultas, que harán madurar a los niños, sin dejar de lado la crudeza. Todo ello a través de la visión de Tom Sawyer, con un agudo sentido del humor que intenta criticar los aspectos arraigados de la sociedad norteamericana más primitiva.