Cuando Lucy Boston escribió “Los niños de Green Knowe” lo hizo pensando en lectores menores de diez años. Es por eso que esta historia no puede ser catalogada dentro del género de terror, ni siquiera en el misterio ni en la intriga. Si esto se hace es porque precisamente contienen elementos característicos de estas temáticas: mansión aislada, apariciones de seres ya fallecidos, clima horrible que invita a permanecer en la casa, atmósfera lúgubre… Nada más lejos de la realidad, tanto esta primera entrega como el resto de la saga nos inculca valores de respeto a los tiempos pasados, y a las personas que vivieron en otras épocas. Tolly, el protagonista, llega a la casa Green Know para disfrutar unas Navidades junto a su bisabuela. Ambos son capaces de comunicarse con fantasmas o, menos despectivamente, apariciones de seres fallecidos. Es así como ambos conviven con total normalidad con Alexander, Linnet y Toby, que vivieron en la misma mansión en el siglo XVII. Todos se respetarán unos a otros, y también se cuidarán mutuamente. La tensión se genera a través de ciertos rasgos sobrenaturales en la trama, siempre en su justa dosis para hacerla atractiva y verosímil al lector.
No es sencillo encontrar una novela histórica ambientada en un mundo de hombres y que el narrador sea un animal. “El tambor fantasma”, primera entrega de la trilogía “Mundo Fantasma”, nos traslada a la Rusia zarista desde una perspectiva mágica y fantástica. El sabio narrador es un gato, quien cuenta cómo Safa, hijo de un zar cruel, es encerrado en un torre. En torno a este injusto encierro se suceden acontecimientos dramáticos. Safa es adiestrado en magia por una niña salvaje llamada Chingis. Los poderes de ésta salvarán a Safa de las intrigas palaciegas, y mostrarán al mundo quién es el verdadero heredero a la corona. Merecida Medalla Carnegie en 1987, esta historia de Susan Price sabe beber de la tradición oral, de las leyendas del este y de la época histórica para reconstruirnos un escenario mágico y cautivador.
“El fantasma de Canterville” es una de las obras más conocidas de Oscar Wilde. Su prodigiosa pluma queda de manifiesto en la historia de la familia Otis. El cuento transcurre en una mansión inglesa, donde una familia estadounidense llega a vivir. El dueño les informa de que está habitada por el fantasma de sir Simon. Ellos hacen caso omiso de su advertencia. No obstante, aunque el fantasma intenta todo tipo de triquiñuelas, ellos nunca se asustan. E incluso a veces se las devuelven. En este relato se entremezcla el drama con la comedia, y es más serio de lo que puede aparentar. De hecho, el fantasma sólo buscaba llamar la atención y acaba siendo ridiculizado. Al final se hace amigo de Virginia, una de las hijas, y ésta acompaña su alma para liberarla en un emotivo desenlace. Todo un clásico que cualquier lector incipiente debe leer.
La “Canción de Navidad” (también conocida como “Cuento de Navidad”), de Dickens, ha sido una de las obras infantiles más versionadas de todos los tiempos, tanto en teatro, como, sobre todo, en forma de adaptaciones cinematográficas. En ella se narra la miseria personal de un avaro, Ebenezer Scrooge, que no celebra la Navidad y además repudia a todos lo que la celebran. Sobre todo tras tener que darle la paga extra a su humilde empleado Bob Cratchit. No obstante, Scrooge es atormentado durante la Nochebuena en forma de tres espíritus: el de la Navidad pasada, presente y futura. Además, se le aparece el fantasma de su antiguo socio Jacob Marley. Cada una de las apariciones le muestra eventos en diferentes tiempos que harán reflexionar a Scrooge sobre su forma de comportarse con los demás. Tras despertar, se da cuenta que todo había sido un sueño, y se decide a celebrar la Navidad y a ser una mejor persona con el prójimo.
Como otras obras de Dickens, destaca su lenguaje inteligente y original. Además, particularmente es una de las cinco obras que dedicó al periodo navideño.
En estos cuentos se muestra un fantasma simpático y divertido, que vive con sus padres, en el Castillo del Sol de la Mañana. También viven con la familia real, y el fantasmita es amigo del pequeño príncipe. Ambos juegan juntos por el castillo, e incluso un ruido les lleva a descubir en el sotano a la hermana del fantasmita. De ella se dice que “hace más ruido que todos los demás juntos”. Las peripecias de ambos se suceden en otros libros de la misma serie.
Esta saga fue creada por el matrimonio sueco de Inger y LasseSandberg con la intención de acabar con el miedo irracional que su hijo sufría a los fantasmas. Dado el carácter del fantasmita, es una manera genial para combatir el miedo. De la misma manera viene recomendándose este cuento para todos los niños que pasen por una etapa de temor a la oscuridad, fantasmas y monstruos.