Los tebeos de “Mortadelo y Filemón” son, con el permiso de El Quijote, el producto literario español más vendido y exportado de la Historia. Y es que más de 150 millones de ejemplares avalan la calidad y la vigencia de esta serie de cómics, que además ha sobrevidido cinco décadas conservando su frescura original. Francisco Ibáñez, mago de las viñetas, nos deleita en cada entrega con las ingeniosas y rocambolescas tramas que en el fondo son una ácida crítica a la política mundial y nacional, y que parodian a películas de acción, relatos de superhéroes o novelas de espías y detectives. Es posible que todos en España, sin excepción, conozcan o hayan leído alguna vez una historieta de estos dos entrañables personajes y sus excelentes secundarios como el Súper, Ofelia o el profesor Bacterio. La obra, en términos generales, le reportó a Ibáñez múltiples premios, entre los que destacan la Medalla al Mérito de las Bellas Artes en España. Unos cómics que son de imprescindible visita y que además aseguran elevadas y prolongadas dosis de humor.
La tan bien asentada industria del cómic europeo actual gozó de un apogeo progresivo desde la mitad del siglo XX hasta el final del mismo. Muchos de los personajes icónicos de este movimiento, ahora héroes de la cultura popular como Astérix, Tintín o Lucky Luke, surgieron de la imaginación de la cantera franco-belga. Éste es el caso también de “Gastón el Gafe”, menos célebre que los previamente nombrados pero igualmente carismático y venerado por sus fans. Gastón se publicó en el brillante Journal de Spirou, y desde el primer momento abanderó un humor crítico con la precariedad laboral y las desigualdades sociales. Todo a través del protagonista, un desastre en su trabajo y que sueña con vivir bien de sus malogrados y extravagantes inventos. Siendo esto el centro de la risa en estos tebeos, hay que contar también con los imprescindibles personajes secundarios, las rocambolescas situaciones que se dan y las ingeniosas soluciones que se dan a los problemas. Y todo mostrando valores de paz, amor por la naturaleza y respeto por el trabajo digno y en condiciones.