La obra del boliviano Óscar Alfaro se centró prácticamente en la poesía, más concretamente en el ámbito infantil. En este sentido es uno de los autores más reconocidos en español. Una de sus fábulas más conocidas es “El sapo que quería ser estrella”. Al estar escrita para niños, el estilo es sencillo, pero esto no le resta un ápice de fuerza poética. La historia se centra en un sapo que, copiándose de una serpiente, ingiere varias luciérnagas para hacer brillar su cuerpo. Cuando esto sucede todos los peces del pantano se maravillan con el sapo, y llegan a creerse que es incluso una estrella. El sapo, en vez de negarlo, se deja llevar por la vanidad y asevera que ciertamente es una estrella, hasta que se da cuenta que pronto se descubrirá la realidad. En el momento en que esto sucede, el sapo intenta escapar y las luciérnagas, todavía vivas, empiezan a volar. El sapo vuela con ellas pero finalmente se desprende y cae al suelo desde una altura considerable. Con todos los ingredientes de una fábula, ésta es sólo una de las muchas que Alfaro utilizó para aleccionar moralmente a los niños a la vez que los introducía en la poesía.