En España, ¿quién no conoce a Teo y nunca ha disfrutado de una de sus infinitas historias? Este niño pelirrojo de cabello rizado y jersey a rayas forma parte del imaginario infantil español desde hace generaciones. Sus libros, de escaso o nulo texto, reproducen situaciones cotidianas con las que cualquier pequeño puede identificarse. La célebre saga se inició con la colección “Teo descubre el mundo”, que incluye historias donde Teo monta en tren, en barco y en avión. El resto de entregas de las colecciones posteriores invitan a los niños a adquirir hábitos de lectura, y a disfrutar del día a día. Poco a poco, el fenómeno Teo adquirió un cariz internacional y todavía sigue vigente, en parte gracias al intenso merchandising en torno a su figura: serie, videojuegos y muñecos, por ejemplo. Teo es uno de los personajes más carismáticos y simpáticos de la literatura infantil española, y es un niño al que todos querrían tener como amigo. Los valores que transmite en sus cuentos rebosan optimismo, y ello lo convierte en un imprescindible en la educación de cualquier pequeño.
Este libro está narrado en primera persona por el protagonista: un caballo llamado Belleza Negra. A pesar de no poder hablar, siente como una persona. La dureza de otros cuentos infantiles ingleses también está presente aquí, y Belleza Negra es obligado a tirar de un carruaje por las calles de Londres en vez de participar en carreras. Otras personas humildes también sufren ante los ojos de Belleza Negra, pero tanto sufrimiento es finalmente transformado en felicidad cuando su cuidador entra en razón. La idea deriva de la propia experiencia de la autora, pues Anna Sewell era coja desde niña y dependía de estos nobles animales, por los cuales luchó a través de sus letras. Los caballos eran muy explotados durante el siglo XIX, y Sewell ayudó a cambiar esta visión.