Las historias de “El profesor Branestawn” fueron iniciadas como un programa de radio para la BBC que más adelante cobraron vida en forma de serie de libros. Norman Hunter hace gala de una desbordable imaginación creando a este genial personaje. El Profesor Branestawn es lo que se suele catalogar como un científico loco. Con sus excentricidades, Branestawn diseña artilugios de todo tipo. Con la típica bata blanca de laboratorio y gafas, el profesor está acompañado en sus aventuras por su fiel ama de llaves y por su amigo, el Coronel Dedshott. La mentalidad de ambos hombres contrasta, pues el ingenio y el idealismo de Branestawn chocan contra la estrategia y la frialdad militar de su colega. Algunos de los inventos del profesor reciben nombres como el atrapaladrones o el reloj eterno. Las aventuras escritas por Norman Hunter merecen mucho la pena como aproximación infantil a la ciencia, para despertar la curiosidad por ella a los más pequeños.
“Cuentos de Teddy Robinson” es una de esas entrañables historias sobre osos de peluche inseparables de su amo. En este caso, Teddy pasa todo el tiempo con Deborah. El osito ama a su familia e intenta no despegarse de la niña. No obstante, ésta a veces lo olvida y, curiosamente, surgen nuevas aventuras para Teddy. El osito intentará volver con su dueña y así poder seguir recitándole poesías, una de las cosas que más le gustan al peluche. Las historias van desde fiestas de cumpleaños y visitas a parques de atracciones, pasando por percances como días en el hospital o noches fueras de casa. La serie de Teddy Robinson cosechó muchos éxitos, y, como tantas otras, se basan en vivencias del propio autor. En el caso de Teddy Robinson en la hija de Joan G. Robinson y su oso de peluche.
Los protagonistas de “El jardín secreto”, Mary y Colin, son primos. La primera es huérfana y consentida. El segundo muy irascible y además con tendencia a enfermar. Ambos viven en la mansión Manor Misselthwaite, lugar donde transcurre toda la historia. Como en otros relatos donde el ambiente es la clase alta de la sociedad, los adultos desatienden en parte a los pequeños y éstos se convierten en autosuficientes. Sobre todo Mary, antes malcriada, y ahora obligada a valerse por sí mismo. Junto a otros niños como Martha o Dickon compartirán vicisitudes siempre con la mansión como telón de fondo. El misterio gira siempre en torno al jardín secreto, un lugar oculto de la mansión con una puerta cubierta de rosales y vegetación. En este sentido también aparece el carácter naturalista de Frances Hodgson Burnett, pues se describen los cambios de estaciones y cómo éstas afectan al jardín. Una entretenida novela inglesa de principios del siglo XX.
Este libro, otra adaptación del famoso “Robinson Crusoe”, fue escrito por el reverendo J.D.Wyss con la intención de entretener a sus 4 hijos. En este caso, los náufragos son una familia suiza completa: padre, madre y cuatro hijos. El narrador es el padre, el cual cuenta los 10 años de vivencias que les acontecen en la isla en forma de diario.
Al igual que el Robinson original, posee aventuras, aunque más previsibles y con una moralidad cristiana incrustada en ellas. Por ejemplo, al ser una familia completa, la supervivencia es más llevadera y el entretenimiento mayor. Se muestra el papel del patriarca de la familia, describiendo cuanto ve y aportando todo lo que necesitan los suyos para seguir con vida. Algunas descripciones son del todo inviables en una isla real, lo cual no resta encanto a esta historia ocurrida en un sitio al que los protagonistas acaban denominando Nueva Suiza.
Conocido en su versión original como “Robinson der Jüngere”, esta obra es una clara readaptación del “Robinson Crusoe” de Daniel Defoe. Sin embargo, tiene sus particularidades y está dirigido a un público más infantil. En este caso, Robinson, un niño alemán perezoso y maleducado, se fuga de casa con un amigo para vivir aventuras. Tras escaparse de Hamburgo en barco, éste acaba naufragando y Robinson se convierte en el único superviviente en una isla desierta. Allí conoce a un nativo también llamado Viernes y acaba valiéndose por sí mismo, aunque al principio se arrepiente de haber sido tan vago y no haber aprendido las lecciones vitales que sus padres le enseñaban. Finalmente, acaba regresando con Viernes a Hamburgo, donde montan una carpintería.
Como se ha dicho previamente, adapta la novela de Daniel Defoe, aunque con la intención de dar lecciones a los niños, sobre todo en lo concerniente a la obediencia y la valoración de la educación paternal.