“Los osos en la montaña de Hemlock” es un clásico de la trinitense Alice Dalgliesh. En esta novela se exploran las convicciones de un joven y cómo trata de defender sus ideas fervientemente. El protagonista, Jonathan, piensa que hay osos que habitan la montaña de Hemlock. No obstante, su idea choca con la de todos los adultos que conoce, pues éstos niegan la existencia de estos animales en el monte. En un momento dado, Jonathan debe adentrarse en Hemlock para hacer un recado. Al principio Jonathan se dará cuenta de que la montaña es más bien una colina y que en ello había exagerado. Y no ve osos por ninguna parte, aunque sí otros animales como ardillas con las que interactúa. A Jonathan se le hace casi de noche cuando tiene que volver a casa, y entonces se percata de sombras que realmente son osos. Los adultos finalmente deberán aceptar que sí que hay osos en Hemlock y Jonathan se sentirá como un héroe. Dalgliesh incide en el choque de mentalidades y opiniones entre niños y adultos, combinando dramatismo y diversión.
Este libro está narrado en primera persona por el protagonista: un caballo llamado Belleza Negra. A pesar de no poder hablar, siente como una persona. La dureza de otros cuentos infantiles ingleses también está presente aquí, y Belleza Negra es obligado a tirar de un carruaje por las calles de Londres en vez de participar en carreras. Otras personas humildes también sufren ante los ojos de Belleza Negra, pero tanto sufrimiento es finalmente transformado en felicidad cuando su cuidador entra en razón. La idea deriva de la propia experiencia de la autora, pues Anna Sewell era coja desde niña y dependía de estos nobles animales, por los cuales luchó a través de sus letras. Los caballos eran muy explotados durante el siglo XIX, y Sewell ayudó a cambiar esta visión.