La segunda novela de Laura Ingalls Wilder tiene un protagonista masculino. “Un granjero de diez años” está inspirado en la vida del marido de la autora y, al igual que el resto novelas de Ingalls, es un vivo retrato de la vida en Estados Unidos a lo largo del siglo XIX. Almanzo es un chico de nueve años que sueña con ser granjero y así suceder a su padre. Por ello, todos los días se levanta temprano para hacer labores en la granja antes de marchar hacia la escuela. Almanzo disfruta esquilando ovejas, alimentando al ganado y limpiando el establo. De igual forma, lo que más divierte a Almanzo es montar a caballo. Igual que en otros casos, el propósito de Ingalls es mostrar la vida rural de su país con una presentación histórica impecable y una melancolía propia de un estilo de vida antaño muy extendido pero ahora casi olvidado.
“Ya tenemos seis años” es otra colección de poemas de A.A. Milne, autor de “Winnie the Pooh” y de otra obra de poesía complementaria, “Cuando éramos muy pequeños”. Los títulos de hecho indican una cierta cronología o madurez en el contenido de los versos. Esta vez, más que inocentes, los poemas son humorísticos y están diseñados para ser narrados a viva voz. Como en otras de sus obras, las ilustraciones de E.H. Shepard aportan más valor a lo que se está contando. Algunos de los poemas más recordados son “El caballero cuya armadura no chirriaba”, “Soledad”, “Estornudos” u “Olvidado”. La citada madurez de esta antología también se demuestra en la seriedad y el sentimentalismo de algunas de sus historias, muchas de las cuales ocuparon las difíciles infancias durante la Primera Guerra Mundial.