Robert Munsch quiso dar una vuelta de tuerca a las historias de los príncipes y princesas en este asombroso cuento. Rompiendo estereotipos, “La princesa vestida con una bolsa de papel” critica el costumbrismo en los cuentos de hadas, en las fantasías medievales y en las leyendas. Los giros argumentales aparecen a varios niveles. En primer lugar, la princesa debe salvar al príncipe. En segundo lugar, la princesa es ninguneada por el ataque de un dragón. En tercer lugar, no son felices ni comen perdices al final de la obra. La princesa Elizabeth y el príncipe Ronaldo se aman, pero éste es atrapado por un dragón. Dicho dragón, a su vez, ha incendiado el castillo de Elizabeth y la ha desposeído de todos sus ropajes, habiendo ésta de taparse con un trozo de papel. Aunque la princesa lo rescata, el príncipe le recrimina su apariencia, mientras que ésta insulta la inteligencia de él. Este libro de Munsch es ya todo un clásico, y hará reír tanto a niños como a mayores.
“El saco de desaparecer” transforma una historia inicialmente triste en algo totalmente divertido. El relato se centra en el menor de cuatro hermanos, Morris, quien por Navidad sólo recibe un oso de peluche mientras que los demás tienen regalos más jugosos. Además, tampoco es invitado a jugar con sus hermanos. Morris se entristece y se sienta a solas bajo el árbol de Navidad. Entonces descubre un regalo del cual nadie se había percatado, un saco que hace invisible a quien se introduce dentro. Morris lo utiliza para hacer travesuras sin ser castigado, y para usar los juguetes de sus hermanos sin ser visto. El texto muestra la vida cotidiana, y las imágenes juegan con el misterio de no saber dónde se encuentra Morris, al cual se puede descubrir siempre por algún detalle. El desenfado con el que Rosemary Wells trata la historia resulta muy atractivo para los lectores más primerizos.