“La pequeña locomotora roja ya tiene nombre” fue un popular libro durante la Segunda Guerra Mundial en Gran Bretaña, escrito por Diana Ross. Algunos de los temas tratados se relacionan directamente con el conflicto bélico. La protagonista es una locomotora roja que sólo realiza viajes cortos y en el ámbito rural. Todos se ríen de ella y ésta se siente poco respetada. Ni siquiera tiene un nombre propio y tiene una libertad muy restringida. El momento clave para darse a conocer llega cuando dos grandes locomotoras tienen accidentes y la protagonista va a salvar al Rey de las locomotoras. Este Rey la acaba recompensando otorgándole trayectos de líneas principales y además bautizándola como “Real Roja”. Los valores de este libro son antibélicos, pues todos pueden colaborar para evitar conflictos; y todos pueden luchar por una libertad cuando no la sienten, sin sentirse intimidados por los más poderosos.
Las historias de Ivor son bastante surrealistas y se encuentran en la línea de otras en las que se muestran objetos, vehículos o construcciones antropomórficas. Ivor es una locomotora verde con pensamiento propio que viaja por Gales con el conductor Jones Vapor. Pese a estar servida de carbón y agua, no es feliz. Su amo averigua que quiere cantar en un coro. Con la ayuda de Dai Estación es llevado al coro de Evans Canción, a quien el tono de Ivor no convence. Después llevado al señor Morgan, quien le arregla las tuberías y es finalmente aceptado en un coro. Estos libros surgieron a partir de un programa británico de diez minutos. El escritor Oliver Postgate participaba en el proyecto previo, así como el ilustrador Peter Firmin. Esta obra está muy influenciada por el poeta galés Dylan Thomas en lo narrativo y se caracteriza por dibujos anacrónicos y simples.