Las fábulas de Wilhelm Hey fueron un tremendo instrumento didáctico durante el siglo XIX. Sobre todo gracias a su brevedad: una ilustración acompañada de un poema de dos estrofas. Esta obra aúna 50 poemas en la que los protagonistas son animales y niños, por lo que se pretende enderezar conductas desde la más temprana infancia. Por ello siguen tienen validez actualmente.
Algunos ejemplos de fábulas que contiene este libro son “El cisne”, donde éste riñe a un niño que arroja cosas a los polluelos; “Murciélagos y pájaros”, donde se censura la discriminación; o “Caballito mecedor, caballito de palo”, más cómica.
Este poema es uno de los más arraigados en la cultura norteamericana. Especialmente, us versos iniciales son muy célebres. De hecho, de una forma u otra, se ve plasmado en cualquier película navideña en la que se recibe la visita de Santa Claus. Está lleno de tópicos agradables para los niños como el acostarse pronto en Nochebuena y colgar los calcetines en la chimenea. Asimismo, el padre descubre a San Nicolás entrando por la chimenea, y ve el trineo y los renos. San Nicolás le guiña el ojo y se despide deseando una Feliz Navidad. Las rimas resultan divertidas y están impregnadas del espíritu navideño.