Las peleas entre hermanos son algo cotidiano y, sin embargo, no son habituales entre la literatura infantil. “La hermana mayor” aborda parcialmente este tema. Dichos conflictos están acentuados por la diferencia de edad, y lo que siente cada uno es genialmente reflejado en los pensamientos individuales a cargo de la sueca Siv Widerberg. La hermana mayor es más consentida, se cree adulta y más fuerte. La hermana menor quiere ser como ella pero, lo que el lector también aprecia, es que la hermana mayor en ocasiones quiere convertirse en la pequeña. El relato, aderezado con las ilustraciones de Cecilia Torudd, también deja espacio para la crítica a los adultos. Y es que los padres son quienes tienen que encauzar a sus hijos y enseñarles a convivir en paz y armonía, y bajo unos firmes valores familiares. Una historia para aprender y divertirse.
Esta obra de Dorothy Edwards es por excelencia el típico cuento para narrar en voz alta y atraer la atención del niño. En él se simula la forma en que un adulto cuenta las cosas a los niños, con frases en primera persona y con múltiples preguntas que buscan la reciprocidad del lector. La hermana pequeña resulta no ser malvada, sino muy traviesa. Los hechos que se suceden son cotidianos y se marcan profundamente en la mente de un niño. Inicialmente las historias fueron radiadas por la BBC en los años 50. El libro fue ilustrado originalmente por Henrietta Garland, aunque la espléndida Shirley Hughes le tomó posteriormente el relevo.