Esta obra de Dorothy Edwards es por excelencia el típico cuento para narrar en voz alta y atraer la atención del niño. En él se simula la forma en que un adulto cuenta las cosas a los niños, con frases en primera persona y con múltiples preguntas que buscan la reciprocidad del lector. La hermana pequeña resulta no ser malvada, sino muy traviesa. Los hechos que se suceden son cotidianos y se marcan profundamente en la mente de un niño. Inicialmente las historias fueron radiadas por la BBC en los años 50. El libro fue ilustrado originalmente por Henrietta Garland, aunque la espléndida Shirley Hughes le tomó posteriormente el relevo.