“La princesita”, de Frances Hodgson Burnett, muestra una historia de contrastes sociales, como ya sucediera con “El pequeño Lord”. En este caso, la protagonista, Sara Crewe, es enviada a una escuela privada para educarse apropiadamente, como se prevee para una heredera de un título nobiliario. No obstante, su rol es malinterpretado por completo y es convertida en una criada. Las cosas no mejoran para Sara cuando su padre fallece, lo cual la condena más al ostracismo. Sin embargo, el carácter fuerte de Sara le ayuda a superar obstáculo tras obstáculo, con la ayuda de alguien que le envía dinero anónimamente. No pierde la esperanza en ningún momento y aprende a valorar lo poco que tiene. Los mejores pasajes del libro surgen de la imaginación de Sara para hacer frente a la rutina. Aunque quizá peque de sentimentalismo, “La princesita” es una historia imprescindible de marginación y superación.