Es curioso encontrar novelas que engrandezcan otras manifestaciones artísticas. “Correr el telón” es una de ellas. La autora, Pamela Brown, también emprendió una carrera teatral desde pequeña, y su amor por los escenarios lo plasmó a través de su saga literaria de “El teatro Puerta Azul”. La primera entrega es “Correr el telón”, y cuenta cómo las ganas y la pasión por algo pueden mover montañas. Un grupo de jóvenes quiere dedicarse al teatro, pero no disponen ni del espacio ni los medios para ello. Con tesón, reformarán un edificio para crear una sede en la que dedicarse a lo que más le gusta. Los diferentes personajes representan también distintas vertientes teatrales: humor, drama, malabarismo… Aunque más adelante sus caminos se separen, todos saben que en el Puerta Azul tienen un hogar, y un lugar al que regresar para sentirse bien. Esto también es una metáfora de las motivaciones de la vida, de la importancia del trabajo en equipo y del esfuerzo recompensado. Porque, al fin y al cabo, todos pertenecemos a una compañía de teatro y debemos representar diferentes papeles.