Esta novela de Pauline Clarke a menudo es clasificada como una aventura curiosa con ligeros toques fantásticos. En la narración se entretejen hechos del pasado con el presente. El protagonista es Max, un niño de ocho que se afinca con su familia, los Morley, en una casa inglesa. En el desván de su nuevo hogar descubre a doce soldados que cobran vida. Es como si fueran doce personas en miniatura. Los soldados están obsesionados en regresar a su hogar original, la casa de sus propietarios originales (los Brontë) situada en otro pueblo inglés. Otra amenaza que aparece para los doces es el interés que un profesor estadounidense muestra en ellos, y por los que ofrece un precio elevado. Max y su hermana se enfrentarán a su hermano mayor para no vender a los soldados, mientras que éstos emprenderán una aventura campo a través para regresar a donde vivían con los Brontë. Aunque viven situaciones muy peligrosas, en todo momento son protegidos por los espíritus de sus dueños originales, a quien se les conoce como “los genios”. “Los doce y los genios” es una tierna historia sobre el pasado y el presente, y cómo a veces éstos se entrecruzan.