A todos nos han dicho más de una vez la frase, a modo de advertencia: “Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Ésta es la premisa de “Un sillón para mi mamá”, relato de Vera B. Williams que recibió un Honor Caldecott. Las protagonistas son tres mujeres afromericanas pertenecientes a la misma familia: abuela, madre e hija. Un terrible incendio deja a las mujeres sin posesiones materiales, y entonces se percatarán de la importancia del confort en casa. Gracias al apoyo de amigos y vecinos, las mujeres empiezan poco a poco a reconstruir su hogar. Las tres mujeres se esfuerzan al máximo en pos del beneficio de la familia, y el momento cumbre llega cuando han ahorrado lo suficiente para comprarse un sillón. La historia es enternecedora y entrañable, y al incluir el drama al principio, el final deja al lector una sensación de felicidad y esperanza.